Aprende la mejor manera de inyeciones a los perros
En ocasiones los perros requieren ser inyectados. Las vacunas y algunos medicamentos vienen en presentación de solución inyectable. Por tal razón, es necesario que sepas cómo inyectar a un perro correctamente. Sin embargo, debes estar al tanto del protocolo correcto previo a la aplicación de la inyección de tu perro. Igualmente, deberás asegurarte de hacerlo bien para proteger la salud de tu perro y no causarle ningún daño innecesario.
¿Por qué es importante saber cómo inyectar a un perro?
En el transcurso de la vida de tu canino será obligatorio llevarlo periódicamente al veterinario para realizarle chequeos de rutina. De esta forma, se podrá diagnosticar a tiempo cualquier anomalía que pueda surgirle.
Según la patología y el tratamiento, algunas veces el veterinario podrá recomendarte que lo atiendas en casa. Ten en cuenta que, si aprendes cómo inyectar aun perro por tu cuenta, esto trae beneficios. Si aplicas la inyección tú mismo puedes ayudar a que el perro reduzca su nivel de estrés, ahorrar costos de veterinario, energía y tiempo.
Prepara la inyección
Saber cómo inyectar a un perro puede resultar sencillo y seguro, siempre que sigas las instrucciones básicas al pie de la letra. Por ejemplo, algunos fármacos o vacunas vienen tipo monodosis, un frasco de líquido y otro de polvo. En este caso, deberás mezclar el contenido de ambos antes de aplicar la inyección. Para ello, debes seguir estos 5 pasos:
- En primer lugar, introduce la aguja de la jeringa en el frasco contentivo de líquido y jala el embolo hacia arriba, hasta que este ingrese dentro de la jeringa. La forma más idónea de hacerlo es, colocar el frasco de líquido boca abajo hasta extraer la cantidad de sustancia necesaria.
- Seguidamente, inserta la aguja de la inyectadora que tiene el polvo y vierte todo el contenido antes de extraer la jeringa.
- Agita la botella hasta conseguir una mezcla homogénea o hasta que el polvo se disuelva por completo. Cerciórate de que no haya grumos o residuos en el fondo del frasco.
- Coloca de nuevo el frasco boca abajo e inserta la mezcla en la jeringa. Cuida que no entre aire en la jeringa y extrae todo el contenido.
- Retira el aire que haya ingresado en la jeringa. Puedes hacerlo sujetando la jeringa con la aguja apuntando hacia arriba y tira suavemente del embolo hasta expulsar todo el aire.
Conoce los tipos de inyecciones
Existen diferentes maneras de cómo inyectar a un perro. En este caso debes familiarizarte solo con tres que son las más que se aplican.
Inyecciones subcutáneas
Son aquellas que se aplican justamente debajo de la piel. Generalmente, se aplican sobre el lomo del animal. Es la más recomendada si la colocas tú mismo.
Inyecciones intramusculares
Este tipo de inyecciones se aplican en el músculo. A menos que seas un veterinario profesional, localizar el músculo por ti mismo puede ser dificultoso.
Inyecciones intranasales
Son las inyecciones que se colocan en las fosas nasales con un instrumento especial que el mismo fabricante suministra.
Trabaja sobre una superficie plana y firme
Se recomienda usar una superficie plana y estable cuando vas a inyectar al perro como una mesa. Si tu canino es pequeño trata de utilizar un sitio que sea bajo por si el perrito quiera lanzarse no se lastime sin necesidad.
Busca un ayudante
Procura que algún familiar o amigo esté presente en el momento de aplicar la inyección al perro. Debido a que, este se podría agitar, angustiar o hasta luchar tras sentir el pinchazo de la aguja, aun si este siempre fuera tranquilo. Por eso, necesitas la ayuda de alguien para que lo sujete mientras se le aplica la inyección.
Aplica la inyección subcutánea
Primer paso, levanta la piel del perro y forma una especie de bolsa. Como vas a colocar una inyección subcutánea será mejor que la pongas en la piel suelta localizada en la parte posterior del lomo.
Si eres diestro levanta la piel lejos del lomo con tu mano izquierda usando los dedos pulgar e índice o medio. Con la ayuda de tu dedo índice de la mano derecha, ubica la aguja en un ángulo de 90 grados sobre la piel que tienes estirada del perro.
Presiona hacia dentro para crear una pequeña bolsa de piel. De esta manera, disminuirás el peligro de colocar accidentalmente la inyección en un vaso sanguíneo.
Introduce la aguja en la piel del perro y presiona el embolo de la jeringa hacia abajo. Si notas un poco de sangre, es porque estás colocando la aguja en una vena y eso podría lesionar al perro. Así que coloca la inyección en otra parte y vuelve a intentarlo.
A continuación, inyecta a tu mascota todo el contenido de la jeringa.
Extrae la aguja, y de ser necesario recarga la jeringa con más medicamento e insértala nuevamente y repite todo el procedimiento nuevamente.
Finalmente, observa si tiene reacciones alérgicas, como inflamación de su cara, trastornos respiratorios o desmayo. De ser afirmativo, ponte en contacto con tu veterinario de confianza para que te indique lo que debes hacer.